Se trabajan muchos aspectos, pero el más importante para mí quizás sea aprender a entrar en contacto con el agua y sentir que puedes lograr ir a tu ritmo. Como en la vida. Aprender que puedes lograr lo que quieras con esfuerzo y tenacidad, aprendiendo a respirar y como he dicho antes, a tu ritmo. También se trabajan, la superación, el miedo, la vergüenza y la tristeza, entre otros. Es como entrar en introspección con uno mismo, encontrando paz interior. En este taller los monitores animan y motivan a los usuarios a practicar este deporte tan completo. También se trabaja la constancia y el compromiso de uno mismo con dicho taller.
Cuando has hecho diez o doce largos o más tienes una sensación de cansancio y relajación a la vez que es muy gratificante. Yo he contado las brazadas y son 39 o 40 cada 50 metros, 800 brazadas cada mil metros. Cada día intento superarme y lograr hacer un poquito más. Cuando ya me he duchado y vestido siento que todo va más lento, más pausado y que estoy más relajada. Me gusta mucho nadar, será porque soy signo de agua.
La respiración es fundamental, si no respiras te ahogas, si no te mueves te hundes. Pero si nadas con tesón, ganas, esfuerzo, tenacidad y siempre con constancia tu cuerpo te lo agradece y tu mente más. Mente sana, corpore sano. Corpore sano, mente sana. La natación es además un deporte muy recomendado. Por mi parte nada más, como digo, os lo recomiendo. Un saludo.
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