lunes, 27 de julio de 2015

Un sueño por alcanzar: capítulo 3




Al llegar a Tánger nos esconden en una cueva de Marshan. Mientras esperábamos embarcar pasó la policía con un coche y no se detuvo. Al día siguiente salimos en una patera 50 personas, 10 son niños y 2 mujeres embarazadas.
Esta embarcación es un bote sin cubierta de madera que tiene diversos usos y una cabida de 40 personas. Hemos embarcado 10 personas más de su cabida sin pensar en el riesgo de naufragio por haber demasiados ocupantes. Salimos hacia Andalucía un día que había luna llena y el mar estaba en calma. Nadie nos vio salir, o hicieron como que no nos vieron.
Estábamos apretados, la mayoría de gente estaba en pie, solo algunos estaban sentados. Sentí frío, mucho frío, y empecé a temblar. Hay un riesgo de muerte por hipotermia, muchos de nosotros morimos por ese motivo. Sentí miedo al mar. Se desató una tormenta, hubo olas de 4 metros, no nos parábamos de tambalear y un compañero se cayó al mar. Hicimos lo imposible por salvarlo y al final lo conseguimos. Nos desviamos debido a las corrientes de agua y estuvimos a punto de naufragar. Hubo una corriente de agua que dificultó la travesía, tuvimos que luchar contra la corriente. Después de unas horas vieron pasar un barco y este pasó de largo. Estábamos apretados, muchos se marearon, tenían sed y hambre. Después de recorrer 90 kilómetros divisaron tierras de España. Desembarcamos en Barbate de Cádiz. Íbamos a desembarcar en los acantilados, pero debido al temporal fuimos hacia la playa. Vimos el campanario de la iglesia. Había una barca de la policía pero no nos vio. Sentí una mezcla de alegría y cansancio. Pensé en mi familia, que había quedado en África. Llevo un par de monedas en el bolsillo y me decido a llamar a un conocido para que pase a recogerme, mientras me escondo, no tarda mucho en llegar, me lleva a su casa, me tiro un par de días en la cama debido al cansancio del viaje. La casa de mi amigo es vieja pero confortable, descanso unos días para recobrar fuerzas.

lunes, 13 de julio de 2015

Un sueño por alcanzar: capítulo 2


Salí de Zimbabwe camino a mi destino, mi idea era hacer todo el camino en autostop, el viaje sería largo hasta el Sáhara, pero todo era poco para conseguir una vida mejor. Muchas noches me tocó dormir en la calle porque no encontraba transporte y cada vez se me hacía todo más cuesta arriba, también había días que no comía pues me gasté todo el dinero en el viaje y vivía de la caridad de las personas. Después de mucho esfuerzo, 10 países recorridos en más de 6000 km, por fin llego al Sáhara. Allí me reuní con mis compañeros de suerte y con el señor al que teníamos que pagar nuestros ahorros a cambio de jugarnos la vida. Nos llevaron hacinados en una camioneta hasta Marruecos, ya faltaba poco para el momento decisivo. Un sudor frío resbalaba por mi cabeza.

El monumento de los zapateros en la plaza Quartera de Inca





Homenaje a los zapateros que marcaron la fama de Inca como la ciudad de la piel de Mallorca.

domingo, 12 de julio de 2015

La dulce Violeta



Violeta es una chica especial, tiene dentro de sus ojos negros fria noche con luna llena de su globo ocular, impregnado por el rojo de la botella de ron que se bebe por la mañana. Ella es feliz de bar en bar, no conoce el mundo ni ha oido hablar de el, solo conoce niebla borrosa de los veinte chupitos de hierbas que se bebe a media mañana, ella los cuenta y le sabe a poco.
Llego la hora de comer, ella veia al barman guapo con la vision borrosa como el que ve su reflejo en el mar, a sus 25 primaveras se fue con otro que le superaba en flores que no quiero ni contar, con su botella de whisky de por medio vio en aquello una velada de cuento de hadas, no se queria despertar de su letargo para no cambiar el arcoiris de los cuentos por el gris del mundo que la rodeaba.
Paso el tiempo y su desdentada boca saboreaba las ultimas gotas de su botella numero mil, la feliz Violeta sonreia con pensar en la siguiente de vodka que se va a beber, sus venas empapadas de alcohol le pedian dentro de ella algo que no conocio que se llama amor de ese que no es solo follar, sus ojos hasta ahora inertes se volvieron manantial de lagrimas que no habia soltado nunca en su paralela realidad, la dulce violeta ahora es una señora demacrada que de dulce solo tiene su personalidad, no es suficiente en un mundo excluyente de personas especiales y la salida era seguir con la unica vida que conocio, pero que ahora seria triste hasta que el reloj dejase de dar vueltas, no hizo nada por cambiarlo y sola se quedo, en compañia de su botella que era su amiga mas fiel.