El taller de
habilidades sociales se imparte en la UCR desde hace un mes, tiene un
enfoque comunicativo y se trabajan diferentes aspectos. Hemos conocido este conjunto de conductas que nos permiten
interactuar y relacionarnos con los demás de manera efectiva y
satisfactoria. Se aprenden y practican en el taller con casos
prácticos. Estas habilidades son socialmente aceptadas, es decir,
implican normas sociales, legales y morales que nos ayudan a entablar
relaciones de calidad y generar vínculos con diferentes tipos de
personas.
Las habilidades
sociales dotan al individuo que las posee de una mayor capacidad para lograr
los objetivos que pretende, manteniendo su autoestima sin dañar la
de las personas que le rodean. Se trata de dominar las habilidades de
comunicación y de tener un buen autocontrol emocional. En muchos
trastornos mentales el área de las habilidades sociales es una de
las más afectadas, por lo que el trabajo en la rehabilitación
psicosocial es importante. En el ámbito de la pedagogía de la
salud, se aplican para el tratamiento y prevención de la presión,
el alcoholismo, la esquizofrenia, etc. La carencia de habilidades
sociales favorece el comportamiento disruptivo, lo que dificulta el
aprendizaje. Las habilidades sociales se pueden dividir en seis
grupos: habilidades sociales básicas (saber escuchar, iniciar una
conversación…), habilidades sociales avanzadas (pedir ayuda,
participar, dar instrucciones…), habilidades afectivas (conocer los
propios sentimientos, expresar los sentimientos, resolver el miedo,
expresar afecto…), habilidades alternativas a la agresión (pedir
permiso, quererse, responder a las bromas…) y habilidades para hacer
frente al estrés (responder a la persuasión, responder al fracaso,
arreglárselas cuando le dejan a uno de lado…).