UN SUEÑO POR ALCANZAR
Mi historia no ha sido fácil, nací el 8
de agosto de 1980, mi familia no tenía nada pero desde siempre habíamos soñado
con una vida mejor, la miseria no nos quitaba la esperanza. Vivía en Budura, en
una aldea muy humilde en la que las casas estaban hechas de piedra, allí vivía
con mis padres y mis hermanos, Bolton y Kupakwashe, y mi hermana Kasfia. Mi
padre tenía dos mujeres que eran las que hacían las labores domésticas y
cuidaban a los niños. Al vivir cerca de la capital, Harare, como allí la música
callejera es muy popular, yo iba a tocar la marimba, una especie de xilófono de
madera muy típico de mi país.
No fui a la escuela, y con 7 años empecé
a trabajar en el campo mientras el calor de ese continente olvidado me quemaba
la piel, siempre a pesar de eso había tiempo para disfrutar, mi inocencia de
niño no me la quitaba nadie, jugaba con mis hermanos con juguetes hechos por
nosotros, hasta el siguiente día que sería igual. Fui creciendo, algunas voces
me decían que, más allá del hambre y el calor africano, había tierras llenas de
oportunidades, donde podría llevar una vida mejor. Pero el camino no seria
fácil. Con 14 años mis averiguaciones me llevan a un señor que, a cambio de una
cantidad de dinero, me ayudaría a llegar a Europa. Más tarde descubriría que
ese señor era de una mafia que se aprovechaba de las desgracias de una vida
pobre mientras él hacía una gran fortuna. Me ofreció un precio de 2500€ que es
mucho dinero en mi país; decidí seguir mi trabajo de campesino de día y por la
noche cuidarle el ganado a un vecino. Mi esfuerzo y mi falta de sueño eran un
paso más para llegar a otro sueño distinto.
