lunes, 16 de septiembre de 2019

Emociones II

El miedo a veces se respresenta en el cuerpo a través de un dolor en el pecho y en la mente con alguna pesadilla. Esta emoción nos pone en alerta y nos puede ayudar a tomar medidas para atajar, por ejemplo, la causa de ese miedo. El miedo es paralizante y también nos puede causar el efecto contrario, la huída.
La alegría muchas veces aparece cuando nos dan afecto. Son reacciones placenteras ante estímulos que nos agradan. Puede hacer que seamos generosos, amables y positivos sin mucho esfuerzo. Mentalmente nos sentimos más fuertes, plenos y satisfechos. En el cuerpo se puede manifestar con un estado placentero en el que los dolores remiten y se es más ágil.
La tristeza normalmente va acompañada de un sentimiento de debilidad y abandono. Es una soledad difícil de sobrellevar y una sensación de desapego muy fuerte. Una emoción que suele ir acompañada de una pérdida o un fracaso. En el cuerpo se manifiesta con dolores y debilidad.
La ira es una emoción que te hace vivir el descontrol de tu mente y de tu cuerpo. Surge de manera muy intensa y va desapareciendo gradualmente. El cuerpo se calienta, hierve, como si de un volcán se tratase y  a veces explota en forma de gritos o chillidos. La mente y la experiencia propia pueden ayudar a controlarla y así no dejar que se manifieste de forma tan extrema, evitando las explosiones y atenuando su intensidad. Suele generarse cuando la persona no ve salida y lo que le rodea le resulta ajeno o amenazante.

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