lunes, 17 de diciembre de 2018

El hilo de Ariadna

Ariadna nació en una familia humilde, era una niña muy querida y mimada hasta que llegan sus dos hermanos Kevin y Minerva. La atención de la madre se centra en los dos pequeños y ella se siente desplazada, fuera de lugar. Su padre intenta compensar los ratos que su madre está con los dos pequeños, Ariadna no entiende por qué Kevin y Minerva necesitan más cuidados que ella, en esta etapa de adaptación lo pasa mal. Empieza a sufrir rabietas, se echa al suelo y da patadas a sus padres y a aquellos que intentan cogerla, tiene pesadillas por las noches y dolor de barriga. Sus padres atribuyen estos síntomas a posibles celos de Kevin y Minerva.
Así como sus hermanos van creciendo Ariadna recupera la estabilidad y los gemelos son su mayor tesoro, los ayuda en todas las dificultades que puedan tener.
Ariadna tendrá que pasar por otra etapa en su vida, sus padres le comunican que va a comenzar la escuela con otros niños y se lo va a pasar muy bien con ellos, al principio no le gusta demasiado la idea, ella quiere quedarse con Kevin y Minerva, hay una pequeña discusión con sus padres, ella se enfada con ellos unos días y está llorando día y noche.
En la escuela se muestra tímida con los demás niños, no confía demasiado en la gente que no conoce, le cuesta mucho adaptarse, cuenta las horas para volver a casa y al fin, estar tranquila. Por las tardes le gusta mucho salir a jugar con sus amigas, Isabel y María, confía plenamente en ellas y se siente bien con ellas.
Cada mañana discute con su madre porque no quiere ir a la escuela, su madre le peina su largo cabello rubio, entre lágrimas y gritos y muchos tirones. Su madre, cuando le peina cada día, encuentra chicles pegados en sus hermosos cabellos y no comprende cómo se ha podido poner tantos chicles y restos de pegamento. Su madre le pregunta qué ha pasado en la escuela aunque ella no quiere hablar de ello y dice que no ha pasado nada. Las niñas de la escuela empiezan a ridiculizarla, se meten con su forma de vestir, sus zapatos, su familia, con su pelo, con todo lo que le pertenece. Recibe bastantes palizas de los hermanos mayores de las niñas de su clase, su personalidad queda hecha añicos. Vuelven a aparecer los miedos nocturnos, temblores, dolores abdominales y nadie comprende qué puede pasarle a Ariadna. En casa juega y cuida de sus hermanos y parece que todo va bien. Sin embargo, de repente, todo se transforma en rabietas y lloros sin parar, nadie la puede calmar, sus padres ya no saben qué hacer y la sacan fuera, al aire, para que se le pasen las rabietas. A ella no le importa estar fuera y cuando sus padres le dan permiso para entrar ella les dice que ya no quiere entrar en la casa y que se va a quedar todo el rato allí sola sin nadie ni nada. El problema es cómo la van a convencer para que entre en la casa. Una vez en la casa, sus padres intentan que coma algo, sin embargo, ella se niega rotundamente a comer nada. Culpabiliza a sus padres de todo lo que le pasa y los odia porque para controlarla le dicen que le van a quitar a una perrita que ella adora.
Ariadna ya ha cumplido los 8 años y sus padres empiezan a comentar y planear su primera comunión, sus padres están preocupadas porque no saben cómo se va a comportar en este día tan especial para todos. Sus padres piensan que no va a tener paciencia con los fotógrafos y no permitirá que le hagan ninguna foto y temen que se enfade con una de sus rabietas y se escape de allí.
Ariadna empieza el instituto a los 12 años, se reencuentra con dos amigas, Isabel y María, que conocía de cuando eran vecinas, Ariadna está contenta cuando está con ellas y participa en un taller de pintura con ellas. Ariadna se lleva bien con sus padres, los estudios le van bien. A los catorce se saca el carnet pero tiene un accidente, la culpa fue de un coche que se saltó un stop, por suerte no se hizo daño. Su familia y amigas están contentas de que haya sido un susto. A los dieciséis empieza a salir de noche, se van a un pub y sus amigas hablan con chicos y ella se siente sola, sus amigas encuentran novio y ella no, sus hermanos no la entienden. A los diecisiete deja de estudiar y vuelve al tratamiento, más adelante empieza a trabajar de camarera. A los dieciocho se saca en carnet de coche y se compra uno pero deja el trabajo y deja de pagarlo, entonces, se lo quitan.
A los padres de Ariadna no les gustaba su carácter a los dieciocho años, siempre se peleaba con ellos y no sabían qué hacer con ella. Cada día era lo mismo, la querían ayudar pero ella no se dejaba. Hasta que un día supieron que salía con un chico que la trataba mal. Los padres le dijeron que dejara la relación y ella no les hizo caso. Sus amigas le hicieron entrar en razón, le dio dos oportunidades al chico hasta que vio que no funcionaba. Desde entonces, empezó a cambiar, entró en razón y ya no se peleó tanto con sus padres.
Menos mal que todo fue más o menos bien con este chico. En una ocasión se llamaron a las tantas de la madrugada. Sus padres están muy contentos por el cambio que ha hecho. También tiene a sus hermanos mellizos, su hermana es más pequeña que ella y no se llevan muy bien porque cada día se pelean y se chillan y los padres cuando llegan a casa tienen la cabeza hecha un desastre.
Ariadna tiene buenas amistades, la casa de sus padres siempre está llena de gente. Ariadna siempre dice que los mellizos son los más mimados. A Ariadna no le fue bien en los estudios pero en el trabajo sí. Los padres están muy contentos con ella pero los hermanos mellizos no tienen interés en su trabajo.
Ariadna tuvo que ir al psicólogo, los padres intentaron ayudarla pero ella no creía en ellos porque sus amigas le decían que el psicólogo no era para ella. Ariadna hizo un cambio desde que empezó a trabajar, no parecía la misma, estaba muy contenta con su trabajo. Intentó ayudar a sus hermanos con los estudios ya que no les gustaba estudiar.
Su hermana tuvo que ir también al psicólogo porque estaba cogiendo paranoias y estaba baja de ánimo. Sus padres siempre están del lado de Ariadna y su hermano también, pero ella no quiso ser aconsejada por sus padres. Ellos no supieron qué hacer con ella, siempre estaba amargada, no se encontraba bien con la familia. No se encontraba bien con ella misma, se encontraba sola y con las amigas siempre estaba contenta.
Al final, el psicólogo la deriva a un psiquiatra que la ingresa en UCR y allí empieza el proceso de recuperación. En UCR participa en talleres, le gustan, tiene días buenos y días malos.




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